La relación entre Colombia y Estados Unidos vive uno de sus momentos más tensos. El Gobierno norteamericano le pidió al presidente Gustavo Petro que se retracte públicamente por acusar a Marco Rubio, secretario de Estado, de estar detrás de un supuesto intento de golpe de Estado.
El comentario no cayó bien en Washington y ahora, además del llamado a consultas de su embajador, se estudian nuevas acciones diplomáticas. Mientras tanto, desde el Pentágono aseguran que la cooperación militar sigue en pie, pero que la situación se vigila con lupa.
A esto se suma la negativa de Colombia de recibir vuelos con deportados, lo que llevó al presidente Donald Trump a responder con sanciones económicas y aranceles del 25 % a productos colombianos. Rubio, uno de los más férreos críticos de Petro, ha respaldado las decisiones de su gobierno.
El embajador colombiano en Estados Unidos, Daniel García Peña, regresa al país con una lista de recomendaciones para enfrentar esta crisis diplomática que parece escalar cada día más. En Washington esperan que Petro ofrezca una retractación tan contundente como sus palabras iniciales, pero en medio del ambiente político, no está claro si eso sucederá.