El presidente Gustavo Petro lanzó una grave advertencia sobre el atentado que dejó al senador Miguel Uribe Turbay en estado crítico. Durante una sesión de la Comisión Nacional de Garantías Electorales, reveló que el esquema de seguridad del precandidato presidencial fue reducido drásticamente, pasando de siete escoltas a solo tres.
Además, señaló posibles infiltraciones en la Policía Nacional, entidad que estaría a cargo de su protección. “La Policía está fuertemente infiltrada”, afirmó, apuntando incluso a posibles vínculos con estructuras del narcotráfico.
Petro también encendió las alarmas al mencionar que el hijo menor de Uribe habría sido seguido por personas desconocidas, lo que agrava aún más la preocupación por la seguridad de líderes políticos y sus familias.
Según el mandatario, los mismos responsables del ataque podrían volver a actuar, ya sea contra miembros de la oposición o incluso figuras del Gobierno, en medio de un ambiente político cada vez más tenso y polarizado.