En medio de la creciente crisis del sistema de salud colombiano, el presidente Gustavo Petro volvió a encender la polémica con unas declaraciones que han generado rechazo en el gremio médico. Durante un evento público, el mandatario afirmó que muchos profesionales de la salud “salen con dinero del Estado y no quieren salir del Poblado ni de la 93”, en referencia a zonas exclusivas de Medellín y Bogotá. Sus palabras fueron interpretadas como una crítica directa a la supuesta falta de compromiso de algunos médicos con las regiones más vulnerables del país.
Las declaraciones se dan en un contexto de tensión por la fallida implementación de la reforma a la salud, que ha sido duramente cuestionada por diversos sectores. Mientras miles de colombianos enfrentan demoras en citas médicas, desabastecimiento de medicamentos y barreras de acceso, el presidente ha optado por responsabilizar a los profesionales del sector, lo que ha sido calificado por asociaciones médicas como una estrategia para desviar la atención de los problemas estructurales del sistema.
La Asociación Colombiana de Sociedades Científicas (ACSC) y otros gremios han exigido respeto y una rectificación pública, señalando que los médicos no son responsables del colapso institucional. “Estigmatizar a quienes han sostenido el sistema con precariedad laboral y vocación de servicio es injusto y peligroso”, expresó la ACSC en un comunicado. Además, recordaron que muchos profesionales sí trabajan en zonas rurales y apartadas, a pesar de las difíciles condiciones.
El discurso presidencial ha profundizado la fractura entre el Gobierno y el sector salud, justo cuando se requiere consenso para avanzar en soluciones reales. Mientras tanto, los pacientes siguen siendo los más afectados por un sistema que, entre reformas truncadas y discursos incendiarios, parece cada vez más alejado de garantizar el derecho fundamental a la salud.