En medio de la suspensión de Alfredo Saade por parte de la Procuraduría, debido a presuntas irregularidades en el contrato de pasaportes, el presidente Gustavo Petro vuelve a estar en el centro de la polémica. Pese a los cuestionamientos que ha enfrentado el pastor en los últimos meses, el mandatario siempre lo defendió y hasta habría considerado enviarlo como embajador en Brasil.
Esta cercanía levantó especulaciones en varios sectores políticos, que piden explicaciones sobre el verdadero rol de Saade en el Gobierno. Congresistas como Julio César Triana y Andrés Forero aseguran que Saade funcionaba como una “voz alterna” de Petro, lanzando mensajes que el presidente no decía de frente, pero que coincidían con su línea política.
Recordaron que el pastor llegó a hablar de cerrar el Congreso y de supuestos planes de magnicidio, declaraciones que nunca fueron desautorizadas desde la Casa de Nariño. Para la oposición, esto demostraría que Saade era, en la práctica, un portavoz no oficial del jefe de Estado.
Por su parte, la representante Jennifer Pedraza advirtió que la suspensión no puede interpretarse como persecución política, ya que el actual procurador fue ternado por el mismo presidente. Además, señaló que figuras del propio Gobierno, como la vicepresidenta Francia Márquez, tampoco estuvieron de acuerdo con la influencia de Saade.