Petro prometió acabar la corrupción, pero en su gobierno sus aliados hoy están en el ojo del huracán

A solo un año de que Gustavo Petro termine su mandato, Transparencia por Colombia lanzó un fuerte campanazo: el Gobierno no ha mostrado un compromiso real ni sostenido contra la corrupción. En su balance del tercer año presidencial, la organización advirtió que el discurso anticorrupción del mandatario se quedó corto frente a los escándalos que han golpeado su administración, entre ellos, el caso de la UNGRD, donde altos exfuncionarios están señalados por desvío de recursos, pagos a congresistas y graves delitos como peculado y tráfico de influencias.

Según el informe, el Gobierno ha mostrado poco avance en sus promesas para frenar la corrupción. Además, han sido frecuentes los enfrentamientos con el Congreso y la justicia, y las decisiones que ha tomado Petro frente a algunos escándalos han sido incoherentes con el discurso que manejó en campaña. La organización también criticó el asilo concedido a Ricardo Martinelli, expresidente de Panamá condenado por corrupción y con presunta relación con Odebrecht.

La recomendación clave es que el próximo Gobierno le meta la ficha a una reforma profunda en contratación y manejo del presupuesto, asegurando transparencia y fácil acceso a la información pública. Mientras tanto, el mensaje es claro: a tres años de gestión, el balance es preocupante y deja en evidencia que la lucha anticorrupción quedó en deuda.