El viaje del presidente Petro a Manta, Ecuador, ha desatado controversia en ambos países, especialmente luego de que Verónica Saraúz, viuda del asesinado candidato Fernando Villavicencio, expresara su preocupación por la visita. Según Saraúz, la ciudad es conocida por el fuerte control que ejercen redes del crimen organizado, lo que genera dudas sobre las verdaderas razones de la estadía del mandatario colombiano, que no fue comunicada oficialmente al Congreso.
Petro afirmó en su cuenta de X que su paso por Manta, entre el 24 y el 26 de mayo, fue con fines personales: escribió parte de un libro sobre economía y crisis climática. Sin embargo, para Saraúz y otros sectores críticos, hay inconsistencias en el relato. “En Ecuador hay muchos lugares tranquilos para escribir; Manta no es uno de ellos”, señaló la viuda, insistiendo en que este tipo de visitas deben ser informadas y transparentes por la seguridad y la diplomacia que implica.
El hecho ha encendido el debate sobre la conveniencia de que un jefe de Estado visite zonas de alto riesgo sin una agenda pública clara. Aunque no existen pruebas de un encuentro entre Petro y estructuras criminales, como Los Choneros o alias Fito, el clima de inseguridad en Manta y la falta de claridad sobre el motivo del viaje alimentan la desconfianza.