En medio de enfrentamientos y operaciones estratégicas, los uniformados en zonas de conflicto se ven obligados a usar sus celulares personales para coordinar movimientos y reportar emergencias. La razón detrás de esta preocupante situación es la falta de equipos adecuados, lo que ha llevado a muchos soldados a recurrir a WhatsApp como su principal medio de comunicación.
Fuentes militares advierten que la información compartida por este canal ha sido interceptada por grupos armados, poniendo en peligro tácticas y ubicaciones clave. La vulnerabilidad en las comunicaciones ha generado alarma dentro de la institución, pues el Ejército carece de sistemas seguros y actualizados para proteger los datos sensibles de sus tropas.
Mientras los soldados continúan operando en terrenos hostiles sin la protección tecnológica necesaria, la pregunta es clara: ¿hasta cuándo seguirán expuestos por la falta de inversión en equipos de seguridad?