En la madrugada de este jueves 19 de junio, un nuevo hecho de violencia sacudió al municipio de Río de Oro, en el departamento del Cesar, cuando dos uniformados de la Policía Nacional fueron asesinados durante un hostigamiento armado contra la estación local. Las víctimas, identificadas como el patrullero José Daniel Pedraza González y el subintendente Henry Ospina Lasso, se encontraban adelantando labores de control cerca de una vía nacional cuando fueron sorprendidos por ráfagas de fusil disparadas por hombres armados que se movilizaban en motocicleta.
Tras el ataque, los uniformados fueron trasladados con vida al hospital Emiro Quintero Cañizares de Ocaña, Norte de Santander, donde lamentablemente fallecieron debido a la gravedad de sus heridas. Las autoridades activaron de inmediato un plan candado en los accesos a Ocaña y Río de Oro, con el apoyo del Ejército Nacional, para dar con el paradero de los responsables. Aunque ningún grupo armado se ha atribuido el atentado, en la zona delinquen estructuras del ELN y disidencias de las FARC, lo que ha generado preocupación por el recrudecimiento del conflicto armado en esta región estratégica del Catatumbo.
Este hecho se suma a una serie de ataques recientes contra la Fuerza Pública en el sur del Cesar y Norte de Santander, donde la disputa territorial entre grupos armados ilegales ha intensificado la violencia. La región, marcada por economías ilícitas y una débil presencia institucional, ha sido escenario de desplazamientos forzados, hallazgos de explosivos y enfrentamientos armados que ponen en riesgo tanto a la población civil como a los agentes del Estado.