El Ministerio de Salud ha declarado emergencia sanitaria en todo el país debido al aumento de casos de fiebre amarilla en varios departamentos. Entre las medidas establecidas, se destaca la vacunación masiva como prioridad para contener el brote, además del control de circulación de personas sin el carnet de vacunación en zonas clasificadas como de alto riesgo. Centros de vacunación han sido instalados en todo el territorio nacional para garantizar el acceso y la protección de la ciudadanía.
En el marco de esta emergencia, municipios de nueve departamentos, incluida la región insular, han sido clasificados según el nivel de riesgo que representan para este brote. Las autoridades locales tienen el deber de monitorear el movimiento de personas y asegurar que aquellas sin vacuna no puedan desplazarse hacia otras zonas del país.
Ante las preocupaciones de que el brote podría escalar hacia una pandemia, el Ministerio de Salud, en coordinación con el Ejército Nacional y la Policía, trabaja de manera articulada para mitigar los riesgos.
Con información de El Tiempo.