Mientras el Gobierno de Gustavo Petro y el régimen de Nicolás Maduro sellaban con bombos y platillos un acuerdo para crear una “zona binacional de paz”, en Colombia se encendieron las alarmas. Y no es para menos; el memorando firmado entre ambas naciones no ha sido divulgado en su totalidad, lo que ha generado desconfianza y muchas preguntas sobre qué se acordó realmente y a quiénes podría terminar beneficiando en las zonas fronterizas.
El senador liberal Alejandro Carlos Chacón no se guardó nada y lanzó un fuerte mensaje: “No confío en Maduro ni tengo por qué confiar en Petro”. Según él, lo mínimo que se espera del Ejecutivo colombiano es transparencia. Criticó que haya sido Venezuela quien se adelantó a contar detalles del memorando, mientras en Colombia el silencio oficial genera más incertidumbre. Para Chacón, lo fundamental no es si alguien simpatiza o no con Petro o Maduro, sino el impacto que tendrá este pacto en territorios sensibles, marcados por el narcotráfico y el abandono estatal.
Desde el lado venezolano, Maduro ya dio su versión: una zona especial entre Táchira, Zulia, Norte de Santander, Cesar y La Guajira que, según él, estaría pensada para la integración económica, proyectos conjuntos y la sustitución de cultivos ilícitos. Sin embargo, en Colombia el temor es otro: que esta “zona de paz” termine siendo un paraíso para los grupos armados, con cero control.