Miguel Uribe, desde niño mostraba sus dotes como acordeonero

En medio de la agitada vida política, el senador y precandidato presidencial Miguel Uribe Turbay y a raíz del atentado presentado el pasado 7 de junio, las redes sociales han revelado una faceta íntima y poco conocida de Miguel Uribe: su profunda conexión con la música vallenata. Desde los cinco años, tras la trágica pérdida de su madre, Diana Turbay, Uribe encontró consuelo en el piano, la guitarra y la batería. Sin embargo, fue el acordeón, regalo de su esposa María Claudia Tarazona, el instrumento que terminó por convertirse en símbolo de resistencia y memoria afectiva.

Autodidacta y apasionado, Uribe ha dedicado horas a interpretar clásicos como Tarde lo conocí, del maestro Omar Geles, y Alicia adorada, junto al cantante Mono Zabaleta, con quien ha compartido tarima en eventos privados. Su amor por el vallenato no solo conecta con sus raíces familiares, sino que también le ha permitido construir puentes con artistas como Carlos Vives, Silvestre Dangond e Iván Villazón, quienes han expresado su apoyo tras el atentado que sufrió el pasado 7 de junio en Bogotá.

La música, lejos de ser un pasatiempo, ha sido para Uribe una herramienta de sanación y expresión. “Cada vez que veía una parranda vallenata decía: quiero aprender a tocar acordeón”, confesó en una entrevista. Hoy, mientras se recupera en la Fundación Santa Fe, su historia musical resuena como un testimonio de cómo el arte puede ser consuelo, resistencia y esperanza en medio de la adversidad.