Madre fue asesinada y su hija de 14 años quedó en estado crítico por esconder al novio, que era perseguido por sicarios

La noche del sábado 30 de agosto se convirtió en pesadilla para una familia del barrio Fredonia, en Cartagena. Karen Paola Mejía Montes, estilista de 36 años, fue asesinada dentro de su vivienda mientras intentaba proteger a sus hijos menores de un ataque sicar1al. El blanco del atentado era Deiner David Ávila Taborda, alias ‘el Cachorro’, de 24 años, novio de su hija adolescente, quien lo había ayudado a esconderse en la casa tras ser perseguido por cuatro hombres armados en motocicletas.

Según testigos, los sicarios irrumpieron en la vivienda dispar4ndo a quemarropa. Ávila murió en el acto, pero las balas también alcanzaron a Karen, quien quedó tendida sin vida cerca de la cama donde dormían sus hijos pequeños. La hija de Karen, de apenas 14 años, recibió dos impactos de bala uno en el cuello y otro en la médula espinal y permanece en estado crítico en una Unidad de Cuidados Intensivos.

Familiares relataron que Karen había advertido en varias ocasiones a su hija sobre la relación con Ávila, quien estaba vinculado a problemas de microtráfico y malas compañías. Sin embargo, la menor insistió en mantenerlo cerca. Esa noche, al intentar protegerlo, lo llevó a la casa familiar, decisión que desencadenó el ataque mortal. Las autoridades investigan el hecho como un posible ajuste de cuentas, en medio de una preocupante escalada de violencia en la ciudad.

Este caso ha generado conmoción en la ciudad y reabre el debate sobre los límites entre lo privado y lo público, el impacto de las decisiones adolescentes en entornos vulnerables, y el papel de las familias frente a los riesgos del entorno. Mientras la comunidad exige justicia, la historia de Karen y su hija se convierte en símbolo de una violencia que no distingue edades ni afectos.