El secuestro de 33 militares en el departamento del Guaviare volvió a encender el debate sobre la política de “paz total” del Gobierno Petro. Los uniformados fueron retenidos por campesinos bajo presión de las disidencias de las Farc, lo que generó un fuerte pronunciamiento de almirantes y generales retirados, quienes aseguran que esta estrategia ha terminado por desmoralizar a la tropa y darles ventaja a los grupos ilegales.
Hernando Wills, expresidente del cuerpo de almirantes y generales en retiro, advirtió que la situación se está volviendo insostenible: “estos secuestros bajan la moral de los soldados y afectan la capacidad de la Fuerza Pública”. A su voz se sumó la del general en retiro Guillermo León, presidente de Acore, quien recordó que ya en El Plateado, Cauca, ocurrió algo similar con 57 militares retenidos, y criticó que la justicia no diera explicaciones claras tras dejarlos libres. Ambos coincidieron en que las disidencias han encontrado en las asonadas una táctica efectiva para frenar operaciones militares.
El más reciente hecho en Guaviare se produjo luego de un operativo en el que fue abatido alias Dumar, cabecilla de las disidencias. Cuando los uniformados iban a ser extraídos, la comunidad bloqueó su salida, lo que el ministro de Defensa, Iván Velásquez, y el comandante de las Fuerzas Militares, almirante Francisco Cubides, calificaron como un secuestro extorsivo. Mientras avanza la investigación, la presión sobre el Gobierno crece, pues los militares retirados advierten que la seguridad y la moral de las tropas están en juego.