Colombia despide con tristeza a Miguel Uribe, quien en vida dejó huella no solo por su trabajo y liderazgo, sino también por el amor incondicional que compartió con su esposa, María Claudia Tarazona. Su historia juntos, marcada por la complicidad y el apoyo mutuo, se convirtió en un ejemplo de unión y fortaleza.
En redes sociales circulan fotografías de la pareja, tomadas en momentos íntimo y lleno de sonrisas, que hoy cobran un valor especial para familiares, amigos y seguidores. La imagen refleja esa conexión genuina que siempre transmitieron, incluso en medio de los retos y la agenda que la vida pública les imponía.
El legado de Miguel no solo quedará en sus acciones y proyectos, sino también en la manera en que amó y fue amado. Para María Claudia y quienes lo conocieron, su memoria vivirá en cada historia compartida, en cada gesto de cariño y en la certeza de que su luz seguirá acompañando a todos los que lo quisieron.