La Fiscalía volvió a sacudir el caso de Nicolás Petro, hijo del presidente Gustavo Petro, tras conocerse que será imputado nuevamente por presuntos hechos de corrupción. Lo que más llamó la atención fue que, de manera sorpresiva, el ente acusador nombró a una “fiscal de apoyo” en un proceso que ya tenía un funcionario asignado exclusivamente, lo que ha despertado dudas dentro y fuera de la institución.
De acuerdo con la resolución firmada el pasado lunes por la delegada contra las finanzas criminales, Aura Liliana Trujillo, la fiscal María Isabel Ramírez entrará a acompañar la investigación. Esta decisión coincide con la nueva imputación que enfrentará Nicolás Petro en Barranquilla, por los delitos de celebración indebida de contratos y falsedad en documento público, relacionados con convenios firmados en la gobernación del Atlántico.
Según los investigadores, se trataría de al menos cinco contratos que suman más de 3.000 millones de pesos, destinados a programas sociales que nunca se habrían ejecutado. Lo llamativo es que esta imputación ya había sido anunciada hace más de un año por el fiscal Mario Burgos, pero justo ahora, en la antesala de un juicio contra el hijo del presidente, la Fiscalía decidió mover sus fichas y reforzar el expediente con más funcionarios.