Humberto Ágredo Espitia, quien traficó 11 mil fusiles para los paramilitares, ha sido condenado a cuatro años y seis meses de prisión. Esta sentencia ha generado controversia al compararse con la pena de cinco años impuesta a la influenciadora Epa Colombia, Daniedy Barrera, por tres delitos.
Ágredo Espitia, responsable de proporcionar armas a las autodefensas hace más de 20 años, provocó graves daños con su actividad, que llevó a numerosas muertes. A pesar de la gravedad de sus acciones, su condena es menor que la de Barrera, quien fue enviada a la cárcel El Buen Pastor en Bogotá.
Actualmente, Ágredo Espitia se encuentra en Estados Unidos y la Fiscalía ha comenzado el proceso para solicitar su extradición a través de los canales diplomáticos y judiciales correspondientes.
Según expertos penalistas, este tipo de situaciones son comunes en el sistema de justicia colombiano, donde penas por delitos graves pueden parecer leves en comparación con otras.
La Fiscalía y los jueces tienen la responsabilidad de investigar y condenar, y aunque la comparación entre los casos de Ágredo Espitia y Epa Colombia puede parecer insólita, refleja las inconsistencias en el sistema judicial.
Fuente consultada Semana.