Gobierno en crisis: Petro en 3 años a nombrado a 53 ministros y ninguno le ha servido

En una nueva alocución cargada de reproches, el presidente Gustavo Petro volvió a sacudir el tablero político al anunciar un nuevo revolcón ministerial, el cuarto en menos de tres años de gobierno. Lo que más llama la atención no es el cambio en sí, sino el tono con el que el mandatario se refirió a su propio equipo: “La mayoría me ha traicionado”, dijo, acusando a sus ministros de desconocer el programa de gobierno por el cual fue elegido.

Petro, quien ha nombrado 52 ministros en menos de tres años, se enfrenta a una paradoja política: fue él quien eligió a cada uno de los funcionarios que ahora señala como responsables del estancamiento de su proyecto. En lugar de asumir el costo político de una gestión marcada por la inestabilidad, el presidente insiste en que no ha encontrado un gabinete que “cumpla con el mandato popular”. ¿Qué se espera entonces para el último año de gobierno, si en tres no logró consolidar un equipo capaz de ejecutar sus promesas?

Las declaraciones del mandatario, realizadas durante un consejo de ministros que se extendió hasta la medianoche del 15 de julio, también revelan un ambiente interno tenso y fracturado. Petro aseguró que dedica el 80% de su tiempo a resolver conflictos entre sus funcionarios, especialmente entre mujeres, y denunció una “vendetta social y política” que, según él, afecta el funcionamiento del Ejecutivo. Estas afirmaciones no solo exponen una crisis de gobernabilidad, sino que también desdibujan el liderazgo presidencial en un momento clave para el país.

Mientras tanto, los colombianos siguen esperando resultados concretos. Las reformas prometidas están empantanadas, el sistema de salud enfrenta una crisis estructural, y el presupuesto de 2026 fue duramente criticado por el propio presidente, quien lo calificó como una traición al pueblo por favorecer al gran capital. En este contexto, el nuevo revolcón ministerial no parece una solución, sino una repetición de un patrón que ha debilitado la institucionalidad y la confianza ciudadana.