El Frente de Guerra Occidental del Ejército de Liberación Nacional (ELN) encendió las alarmas en el occidente del país tras declarar “objetivo militar” a los transportadores que movilicen productos para Tiendas D1 en Chocó y Risaralda. A través de un panfleto intimidante, el grupo armado ilegal advirtió que cualquier automotor que se preste para abastecer estos supermercados será atacado, en represalia por la negativa de la compañía a pagar el denominado “impuesto de guerra”.
La amenaza, difundida el 2 de agosto, ha generado tensión entre el gremio transportador, que teme represalias en una región históricamente controlada por estructuras armadas. El ELN acusa a D1 propiedad del holding Valorem S.A., de la familia Santo Domingo de operar en más de 800 municipios del país con millonarias utilidades, mientras mantiene condiciones laborales precarias para sus empleados. Además, señala que la empresa estaría utilizando intermediarios para evadir el pago extorsivo, contratando particulares para distribuir mercancía en zonas de alto riesgo.
Fuentes militares confirmaron que, pese a la gravedad de la advertencia, no se han registrado ataques recientes contra vehículos de D1, gracias al acompañamiento del Ejército Nacional en corredores estratégicos como la vía Pereira–Quibdó. Sin embargo, el Ministerio de Defensa reforzó la seguridad en ambos departamentos, mientras el Ministerio del Trabajo pidió a la cadena revisar sus modelos de contratación tras denuncias por abusos laborales.
La situación pone en jaque la cadena de abastecimiento en comunidades rurales que dependen de Tiendas D1 como única fuente de productos básicos. El Gobierno Nacional insiste en no ceder a las extorsiones y coordina acciones preventivas para evitar que la población civil resulte afectada. El panfleto del ELN, firmado por alias Ogli Padilla, también hace alusión al comandante Fabián, figura simbólica de la estructura armada, lo que refuerza el carácter estratégico de la amenaza.
