El municipio de Ábrego, Norte de Santander, vivió momentos de pánico luego de que delincuentes ingresaran a una sede de Bancolombia y obligaran al gerente a portar un cinturón con explosivos para intimidarlo. Tras el robo, los criminales huyeron en el vehículo del funcionario, quien logró quitarse el artefacto antes de que las autoridades confirmaran que no contenía explosivos.
Mientras la comunidad aún asimilaba el impacto del asalto, el Ejército y la Policía acordonaron una vía rural del mismo municipio por la presencia de un cilindro que, al parecer, estaba cargado con explosivos. La tensión en la región ha aumentado, especialmente en las estaciones de Policía de la Provincia de Ocaña, donde se mantiene una alerta máxima ante posibles ataques del ELN.
Este hecho pone en evidencia la creciente inseguridad en Norte de Santander, donde los grupos armados y la delincuencia común continúan sembrando el miedo. Las autoridades trabajan en la identificación de los responsables, mientras la población exige mayor protección y medidas contundentes para frenar la violencia.