La representante a la Cámara, Lina Garrido, no se guardó nada frente al reciente acuerdo binacional firmado entre los gobiernos de Gustavo Petro y Nicolás Maduro en Caracas. En medio del revuelo político que ha desatado esta alianza, la congresista advirtió que, más allá del discurso oficial, lo que se esconde es una estrategia para desviar la atención de los escándalos que han sacudido al actual Gobierno.
Durante su intervención en El Debate, Garrido fue directa: dijo que no espera que pase nada concreto con este acuerdo, y que más bien es una cortina de humo para que los colombianos dejen de hablar de la corrupción y la falta de acción del Estado. Incluso lanzó una fuerte preocupación: que el pacto pueda prestarse para mover fichas en las elecciones de 2026, con ayuda de un régimen que según sus palabras ha demostrado ser experto en manipular procesos democráticos.
Para Garrido, el problema no es crear zonas binacionales, sino hacerlo con un régimen cuestionado por violaciones a los derechos humanos y nexos con estructuras criminales. “Aquí no hay garantías, ni condiciones reales. Lo que vemos es un espectáculo montado, sin futuro, y con riesgos grandes para el país”, concluyó la congresista, dejando claro que seguirá levantando su voz frente a lo que considera una jugada peligrosa.