Una serie de maniobras estratégicas dentro del sector energético colombiano ha generado gran preocupación. En el centro de la controversia está Juan de Jesús Acevedo Rocha, presidente de Urrá, quien, según fuentes cercanas, estaría tomando decisiones para consolidar el control sobre empresas clave. En esta estrategia, su abogado de confianza estaría operando bajo instrucciones del ministro de Minas y Energía, Edwin Palma Egea, en un intento de asegurar el dominio de Urrá, Afinia y otras compañías del sector.
Dentro de esta jugada, se busca aprobar la adición de 16 millones de dólares al controversial contrato de LuzPower, una decisión que, según denuncias, se estaría gestionando con opacidad y a espaldas del presidente. La preocupación se extiende aún más con la intención de Palma Egea de posicionarse como presidente de Ecopetrol, lo que consolidaría su influencia sobre el sector energético en Colombia.
Además de estas maniobras financieras, en Urrá se han registrado despidos masivos que han generado indignación, especialmente ante la reintegración de un pensionado en un aparente movimiento estratégico. Fuentes internas señalan que esta reestructuración está dirigida a eliminar opositores y facilitar el control absoluto sobre los contratos y decisiones empresariales. Mientras el sector energético enfrenta una posible reconfiguración de poder, crecen las alertas sobre las consecuencias de estas acciones en el equilibrio del mercado y la estabilidad institucional.