Una escena de profunda tristeza y desesperación se vivió en Puerto Guzmán, Putumayo, cuando una familia observó impotente cómo su vivienda fue arrastrada por la fuerza del río Caquetá. El hecho ocurrió la mañana del jueves 4 de julio, en pleno casco urbano del municipio, donde las intensas lluvias de los últimos días han provocado el desbordamiento del afluente y el colapso de varias estructuras. El dramático momento fue captado en video por vecinos, y rápidamente se viralizó en redes sociales, generando una ola de solidaridad y reclamos por atención urgente.
Según reportes oficiales, el nivel del río ha aumentado de forma alarmante, y ya se han contabilizado al menos 98 viviendas destruidas por la creciente. La familia afectada, cuya identidad no ha sido revelada, logró evacuar minutos antes del colapso, evitando una tragedia mayor. Sin embargo, lo perdieron todo. “Ver cómo el río se lleva tu casa y no poder hacer nada es una de las peores sensaciones que puede vivir un ser humano”, expresó un testigo entre lágrimas.
La emergencia ha puesto en jaque a las autoridades locales. El alcalde de Puerto Guzmán, Edison Mora, advirtió que el municipio podría quedar incomunicado si el río sigue socavando la única vía de acceso. A pesar de que se han propuesto obras de mitigación desde hace años, los recursos asignados han sido insuficientes. “Estamos peleando con la naturaleza sin protección. Necesitamos una intervención real, no pañitos de agua tibia”, declaró el mandatario.
Mientras tanto, cientos de familias permanecen en albergues improvisados o en casas de vecinos, esperando ayuda humanitaria. La Unidad Nacional para la Gestión del Riesgo de Desastres ha prometido apoyo, pero la comunidad exige soluciones estructurales. La imagen de esa casa desmoronándose ante los ojos de sus dueños se ha convertido en símbolo de una tragedia que, aunque silenciosa, sigue creciendo con cada gota de lluvia que cae sobre el sur del país.