Han pasado tres semanas desde que comenzó el conflicto en la región del Catatumbo, durante el cual casi 60.000 personas se han visto obligadas a abandonar sus hogares en busca de seguridad. Sin embargo, la situación sigue empeorando.
Algunos pobladores intentaron regresar a sus hogares, pero se vieron forzados a desplazarse nuevamente ya que se dieron cuenta que sus viviendas fueron tomadas por miembros del ELN además de percatarse que sus terrenos estaban sembrados con minas antipersonales.
El mayor general Giovanni Rodríguez, comandante de la segunda división del Ejército Nacional, informó que aunque el ELN no tiene zonas campamentarias en el Catatumbo, se ha infiltrado en las viviendas de los desplazados, usándolas como centros de operaciones delictivas.
“Están dentro de las viviendas, y las viviendas son para que habiten las personas y son bienes protegidos por los derechos humanos y el Derecho Internacional Humanitario», comentó.
Esta denuncia fue respaldada por Jesús Orlando Gutiérrez, líder social en el Catatumbo. «Cuando regresaron, encontraron a actores de grupos armados de dichas organizaciones dentro de las viviendas o adueñándose de las fincas», explicó Gutiérrez.