A pocos días de que el Gobierno Petro radique en el Congreso su esperado proyecto de ley para la paz total, las críticas no se han hecho esperar. Aunque la intención es avanzar en acuerdos con los grupos armados, expertos advierten que lo que se está planteando podría terminar enviando un mensaje equivocado: que delinquir puede ser un buen negocio si luego se entrega uno a negociar.
Durante un debate reciente, juristas como Wilson Ruiz e Iván Cancino expresaron que el borrador de la ley permitiría a delincuentes quedarse incluso con parte de los bienes obtenidos ilegalmente. «Es como decirles que robar vale la pena», comentó Ruiz, al referirse a la posible conservación del 12 % de los bienes ilegales por parte de quienes se sometan. Para muchos, esto no solo sería un golpe a las víctimas, sino también una señal desmotivadora para quienes siguen la ley.