Campesino que se encontró más de 600 millones de dólares en una guaca en su finca la devolvió al gobierno por miedo

En un giro digno de una película de suspenso, el agricultor colombiano José Mariena Cartolos descubrió una fortuna enterrada en su finca familiar mientras cavaba una zanja de riego para una plantación de palma aceitera. El hallazgo, consistía en varios contenedores azules repletos de billetes estadounidenses que sumaban cerca de 600 millones de dólares, presuntamente parte del legendario tesoro oculto de Pablo Escobar, el capo del Cartel de Medellín.

Cartolos, de 65 años, había recibido una subvención estatal de 3.000 dólares para iniciar su proyecto agrícola cuando se topó con el botín. En un acto que sorprendió a muchos, decidió entregar el dinero a las autoridades, quienes confirmaron que los fondos serían destinados a programas sociales y de desarrollo económico en zonas rurales. El gobierno colombiano, aunque no ha verificado oficialmente el origen exacto del dinero, lo relaciona con los escondites que Escobar habría dejado antes de su muerte en 1993.

Este hallazgo ha reavivado el interés por los tesoros ocultos del narcotráfico en Colombia, generando preocupación por una posible “fiebre del oro” moderna. Las autoridades temen que el caso de Cartolos incentive a buscadores de fortuna a excavar indiscriminadamente en zonas rurales, poniendo en riesgo la seguridad y el patrimonio local.

Aunque gran parte de la fortuna de Escobar sigue sin aparecer, el descubrimiento de Cartolos es un recordatorio de que el legado del narcotráfico aún emerge desde las entrañas del país. En medio de la fascinación global por el mito de Escobar, este episodio plantea preguntas sobre la memoria histórica, la ética y el destino de los bienes ilícitos que aún marcan el territorio colombiano.