En medio de la atención mediática que ha rodeado el caso del secuestro del pequeño Lyan Hortúa, una figura que ha llamado la atención en redes sociales es su mamá, conocida como “Barbie Vanessa”. Muchos pensaban que el apodo se debía a su físico o a una supuesta intención de parecerse a la muñeca más famosa del mundo.
Sin embargo, ella misma salió a explicar que nada de eso es cierto. En un video publicado anteriormente en su cuenta de TikTok, aclaró con humor y sinceridad que el sobrenombre tiene un origen más emocional y familiar: su mamá la llamaba “mi Barbie negra” desde niña, y así fue como el apodo se quedó.
Vanessa, cuyo nombre real es Angie Bonilla, también compartió que le encanta el color rosa, pero que eso no significa que se crea una muñeca. Asegura que el apodo surgió entre amigos, por cariño, y con el tiempo fue ganando fuerza hasta volverse parte de su identidad en redes sociales.
Sin embargo, la historia de Vanessa va más allá del apodo. En los últimos días, ha sido vinculada a una investigación sobre la desaparición de su hijo, quien estuvo secuestrado durante 18 días. Aunque aún no hay confirmación oficial sobre su participación, el caso ha generado una fuerte conmoción en el país.