En medio de una entrevista con María Isabel Rueda, la precandidata presidencial Vicky Dávila habló sin rodeos sobre las amenazas de muerte que ha recibido y la inseguridad política que atraviesa el país. Recordó el caso de Miguel Uribe Turbay y lo calificó como un magnicidio que evidenció un plan para silenciar voces en plena campaña. “Pienso que me pueden matar y que mis hijos se queden sin mamá, pero eso no me va a detener”, aseguró, al señalar que el país sigue atrapado en la violencia y la polarización.
La exdirectora de SEMANA reveló que pocos días después del atentado contra Uribe Turbay, la Policía le advirtió que existía información sobre un plan para asesinarla. Frente a esa realidad, dejó claro que no moderará su discurso: “Bajar el tono es como darles un triunfo más a los criminales. El mejor homenaje a Miguel es seguir adelante, con firmeza y altura, sin arrodillarnos ante nadie”, dijo, en respuesta a quienes piden suavizar el debate político.
Además de referirse a su seguridad, Dávila presentó propuestas económicas, entre ellas la reducción del gasto público, la fusión de ministerios y la defensa de la industria petrolera y gasífera. Aseguró que revertirá decisiones del gobierno de Gustavo Petro en materia minero-energética y que trabajará en infraestructura, turismo y agro para recuperar la confianza inversionista. Finalmente, aclaró que su aspiración presidencial va por el camino de las firmas ciudadanas y no de un partido político, aunque no descartó un encuentro con el expresidente Álvaro Uribe Vélez.