Durante una rueda de prensa en Montería, el ministro de Defensa, Pedro Sánchez, confirmó que el ELN planea desplazarse desde Antioquia hacia Córdoba, encendiendo las alarmas en los municipios del sur del departamento. Los trabajos de inteligencia revelan que esta guerrilla, junto con las disidencias de alias «Calarcá», estaría buscando posicionarse en zonas estratégicas, lo que podría desencadenar enfrentamientos con el Clan del Golfo, grupo que ya domina parte del territorio.
El ministro fue enfático: “Los tres grupos no tienen ninguna ideología, simplemente un interés económico porque son carteles que viven del narcotráfico y la minería ilegal. El objetivo contra ellos es desmantelarlos”. Esta declaración refuerza las denuncias ciudadanas sobre el aumento de presencia armada en zonas rurales, donde el control territorial se ha convertido en una disputa violenta entre estructuras ilegales.
Aunque el consejo de seguridad liderado por Sánchez destacó reducciones en homicidios, hurtos y confinamientos, el panorama sigue siendo complejo. Las extorsiones continúan en niveles preocupantes, y la posible llegada del ELN podría agravar la situación. La Defensoría del Pueblo ya había advertido sobre el riesgo de desplazamientos forzados, reclutamiento de menores y homicidios selectivos en zonas de disputa.
La ofensiva militar contra el ELN se mantiene activa, a diferencia de las disidencias de alias «Calarcá», que están en mesa de diálogo con el Gobierno. Sin embargo, el ministro aclaró que estas negociaciones no frenan las acciones contra otros grupos armados, y que el Estado no permitirá que Córdoba se convierta en un nuevo epicentro del conflicto.