Pescaíto, un barrio que ya carga con años de olvido, en los últimos días ha amanecido completamente inundado tras las fuertes lluvias. Las calles desaparecieron bajo el agua y muchas familias vieron cómo el agua se llevaba lo poco que tenían. Enseres, colchones, electrodomésticos y hasta los recuerdos quedaron arruinados por completo.
En videos grabados por los propios vecinos se ven carros prácticamente sumergidos, techos al borde del colapso y casas convertidas en piscinas. “Aquí llueve un rato y ya todo se inunda, pero lo de esta vez fue una desgracia”, cuenta una vecina con la voz entrecortada. La comunidad clama por soluciones urgentes.
Mientras los habitantes tratan de salvar lo poco que les queda, la pregunta sigue siendo la misma: ¿hasta cuándo toca aguantarse vivir así? Pescaíto necesita atención real, no promesas que se lleva el agua.