Las instalaciones del Congreso de la República se convirtieron en el escenario de una protesta simbólica que ha generado gran impacto en el país.
Este miércoles, los espejos de los baños de mujeres del Capitolio amanecieron con mensajes escritos en tinta rosada, expresando el descontento de trabajadoras y funcionarias frente a la gestión de denuncias por acoso en el Legislativo.
Entre las frases plasmadas se leían contundentes denuncias como: “Rompimos el silencio y nada pasó”, “Los que protegen a mi jefe, me acosan a mí” y “Aquí a los acosadores les renuevan el contrato”. Acompañados del hashtag #DenunciaInsegura, los mensajes reflejan la frustración ante la falta de efectividad del protocolo establecido hace dos años para prevenir y atender casos de violencia de género en este espacio.
La protesta ha reavivado el debate sobre la necesidad de implementar medidas más eficaces para garantizar un entorno laboral seguro y libre de acoso en el Congreso.
Mientras tanto, las imágenes de los espejos continúan viralizándose en redes sociales, amplificando las voces de quienes exigen un cambio real y urgente.
