El ministro de Trabajo, Antonio Sanguino, enfrentará un juicio por su presunta participación en el llamado carrusel de la contratación en Bogotá, uno de los escándalos más recordados de corrupción en la capital. La Corte Suprema de Justicia negó la solicitud de nulidad presentada por su defensa, que buscaba cerrar el caso alegando irregularidades en el proceso.
Los hechos investigados se remontan a 2008, cuando Sanguino era concejal, y se le señala de haber usado su influencia para favorecer contratistas en la construcción del nuevo Hospital de Usme. De acuerdo con la Fiscalía, el entonces concejal habría impulsado la designación de un empresario a cambio de una comisión del 10 % del valor total del contrato, beneficiando a figuras involucradas en el carrusel, como Julio Gómez.
Según la acusación, el objetivo de Sanguino era tener control político en una de las localidades más pobladas de Bogotá, para lo cual habría sostenido reuniones con el entonces alcalde Samuel Moreno y el secretario de Salud de la época, Héctor Zambrano. Si bien la Corte archivó el cargo de tráfico de influencias por prescripción, el proceso por otros delitos continúa abierto y en los próximos días se fijará la fecha para la etapa de juicio.