Sería un invento más; Congresistas de EE.UU, tratan de embustero a Petro por supuesto complot para tumbarlo

La tensión política entre Colombia y sectores del Partido Republicano en Estados Unidos se intensificó tras las declaraciones de los congresistas Mario Díaz-Balart y Carlos Giménez, quienes calificaron como “falsedades” y “tonterías” los señalamientos que los vinculan con un presunto complot para derrocar al presidente Gustavo Petro. La polémica surgió a raíz de un artículo publicado por el diario El País, que reveló audios y supuestas conversaciones del exministro de Relaciones Exteriores, Álvaro Leyva Durán, en las que se menciona una estrategia para apartar del poder al mandatario colombiano.

Según el informe, Leyva habría buscado apoyo de la administración de Donald Trump y del senador Marco Rubio para ejercer presión internacional contra Petro, con el objetivo de reemplazarlo por la vicepresidenta Francia Márquez. En los audios filtrados, el excanciller habla de un “acuerdo nacional” que incluiría actores armados como el ELN y el Clan del Golfo, así como figuras políticas como Vicky Dávila y Miguel Uribe, este último recientemente víctima de un atentado en Bogotá.

Mario Díaz-Balart respondió a través de su cuenta de X, asegurando que las acusaciones le causan risa y que siempre ha sostenido reuniones con diversos sectores de la sociedad civil colombiana, incluidos funcionarios del actual gobierno. “Me tengo que reír por tantos inventos, tonterías e hipocresía. Me recuerda al dicho ‘cada loco con su tema’”, escribió. Por su parte, Carlos Giménez fue más directo y lanzó duras críticas contra Petro, a quien calificó de “corrupto, patético e incompetente”, además de acusarlo de ser un “peón del dictador Nicolás Maduro”.

El presidente Gustavo Petro también reaccionó a las revelaciones, afirmando que ha sido víctima de injurias por parte de Leyva y que no aceptó los “pasos oscuros en la cancillería” durante su gestión. “Quise simplemente responder a lo que consideraba un acto de venganza bárbaro, canalla, de alguien que simplemente había ayudado de corazón”, declaró el mandatario. El escándalo sigue creciendo mientras se espera una respuesta oficial del gobierno estadounidense sobre las supuestas gestiones diplomáticas mencionadas en los audios.