El Gobierno de Brasil expresó su indignación por el trato «inhumano» que recibieron 88 migrantes brasileños deportados desde Estados Unidos.
Los deportados llegaron a la ciudad de Manaos atados de pies y manos, lo que ha generado una fuerte protesta por parte de las autoridades brasileñas.
Por su parte, el Ministerio de Relaciones Exteriores de Brasil anunció que solicitará explicaciones a Estados Unidos. por el trato «degradante» dado a sus ciudadanos durante el vuelo de deportación.
De acuerdo con el comunicado oficial, el uso de esposas y cadenas viola el acuerdo bilateral en asuntos migratorios, que exige un trato digno y respetuoso para los repatriados.
El presidente de Brasil, Luiz Inácio Lula da Silva, ordenó que un avión de las Fuerzas Armadas transportara a los deportados hasta Belo Horizonte para garantizar su seguridad y dignidad.
Este vuelo de deportación es el primero desde que Donald Trump asumió su segundo mandato como presidente de EE. UU., aunque el viaje ya estaba programado antes de su toma de posesión.