En una Corte del Distrito Sur de Florida avanza una demanda que pone en el ojo del huracán al presidente Nicolás Maduro y a varios de sus hombres de confianza. El proceso, radicado en agosto de 2025, busca que se investiguen crímenes como secuestros, torturas y amenazas que, según los denunciantes, habrían sido ordenados desde Caracas y ejecutados con apoyo de miembros del llamado Cartel de los Soles, jueces del Tribunal Supremo de Venezuela y altos ejecutivos de PDVSA.
La acción judicial fue interpuesta por familias y ciudadanos estadounidenses que aseguran haber sido víctimas directas de estas prácticas. El caso tiene como telón de fondo la condena en 2016 contra los sobrinos de Cilia Flores, esposa de Maduro, por narcotráfico en EE. UU., hecho que, de acuerdo con la denuncia, habría detonado una represalia contra seis ejecutivos de Citgo, todos de nacionalidad estadounidense.
De acuerdo con los testimonios, estos empresarios fueron trasladados a la cárcel de El Helicoide, donde habrían sufrido golpizas, descargas eléctricas y tratos inhumanos como parte de una estrategia de presión política para forzar un intercambio. La demanda se perfila como uno de los procesos judiciales más contundentes contra el chavismo en territorio estadounidense y podría marcar un precedente en las relaciones entre ambos países.