Una joven fue detenida en un retén de tránsito luego de salir de su jornada laboral, lo que parecía un control rutinario terminó en una situación insólita: la prueba de alcoholemia arrojó un resultado positivo de 0.11 %, pese a que, según ella, no había consumido licor. “Solo he tomado agua en todo el día”, afirmó. Al solicitar una segunda prueba, esta marcó 0.10 %, lo que confirmó la presencia de alcohol en su organismo, aunque no suficiente para una sanción.
El agente de tránsito, al notar su sorpresa, le preguntó qué había comido, y ahí surgió la clave: carne preparada con cerveza. Aunque no había bebido alcohol directamente, el uso de cerveza en la cocción pudo haber dejado trazas detectables en su cuerpo. En Colombia, el grado cero de alcoholemia (entre 20 y 39 mg/100 ml de sangre) puede acarrear sanciones si hay reincidencia, y aunque en este caso no hubo multa, sí quedó la inquietud sobre cómo ciertos alimentos pueden alterar los resultados.
Este caso ha generado debate en redes sociales y entre expertos en seguridad vial. Aunque es poco común, algunos alimentos cocinados con licor pueden influir en los resultados si no se evaporan completamente durante la preparación. Las autoridades recomiendan estar atentos a lo que se consume antes de conducir, y recuerdan que los equipos de medición deben estar calibrados y certificados para garantizar resultados válidos.