Mientras saludaba a miles de feligreses en la Plaza de San Pedro, el papa León XIV protagonizó un gesto que ha dado la vuelta al mundo: detener el papamóvil para acariciar y bendecir a un bebé ecuatoriano entre la multitud. La escena, captada en video y viralizada en redes sociales, muestra al pontífice inclinándose con ternura para bendecir al pequeño, mientras los padres peregrinos que viajaron desde Ecuador lloraban de emoción. El gesto fue interpretado como una señal de continuidad con el estilo pastoral cercano que caracterizó a su antecesor, el papa Francisco.
León XIV, quien asumió el pontificado el pasado 8 de mayo tras la muerte de Francisco, ha sido descrito como “el Papa que se detiene”. Nacido en Chicago y con más de 20 años de misión en Perú, su espontaneidad y sensibilidad han generado una ola de simpatía global. Durante el Jubileo de la Juventud, saludó personalmente a peregrinos de Ecuador, México y Colombia, y envió un mensaje directo a los jóvenes: “La amistad puede cambiar el mundo. No se conformen con menos”.
Su visita sorpresa al hospital Bambino Gesù para acompañar a un adolescente español con cáncer terminal reafirmó su estilo pastoral: silencioso, empático y profundamente humano. En redes sociales, miles de usuarios han compartido el video del encuentro con el bebé ecuatoriano, destacando frases como “un Papa que abraza” y “la ternura como signo de liderazgo”.
La viralización de estos gestos ha despertado comparaciones inevitables con el legado de Francisco, pero también ha abierto una nueva narrativa: la de un Papa latinoamericano en espíritu, que habla español, portugués e italiano, y que se comunica por WhatsApp con sus amigos de juventud. León XIV parece decidido a construir una Iglesia más cercana, más joven y más conectada con los dolores del mundo.