Las tensiones entre Caracas y Washington volvieron a escalar el 2 de septiembre, luego de que el presidente estadounidense Donald Trump anunciara un ataque militar contra una embarcación que, según él, transportaba drogas desde Venezuela y era operada por el grupo narcoterrorista Tren de Aragua. El video del operativo, publicado en Truth Social, muestra una lancha siendo destruida por un misil en aguas del Caribe. Pero desde Venezuela, la respuesta fue inmediata: “Ese video fue creado con inteligencia artificial”, denunció el ministro de Comunicación Freddy Ñáñez.
El presidente Nicolás Maduro calificó el material como una “fabricación digital para justificar una agresión militar” y acusó al secretario de Estado, Marco Rubio, de “mancharle las manos de sangre” a Trump. “Venezuela no es una amenaza, pero ellos quieren vender humo de guerra”, afirmó en cadena nacional. La acusación se apoya en capturas de plataformas de IA como Géminis, donde supuestamente se habría generado el video que muestra el ataque.
El Pentágono confirmó que el operativo fue real y que dejó 11 muertos, todos presuntos miembros del Tren de Aragua. Sin embargo, Caracas insiste en que se trata de una estrategia de “máxima presión” para justificar una intervención militar encubierta. En paralelo, Venezuela decretó estado de “alerta máxima” ante el despliegue de ocho buques estadounidenses en el Caribe, equipados con misiles y un submarino nuclear.