Liyián Pérez, una inmigrante cubana que votó por Donald Trump, enfrenta una difícil situación tras la deportación repentina de su esposo, Alian Méndez. A pesar de residir legalmente en Estados Unidos y no tener antecedentes penales, Méndez fue detenido sin previo aviso y enviado de regreso a Cuba, con una prohibición de entrada al país por diez años.
La mujer, quien confiaba en que las políticas migratorias afectarían solo a personas con antecedentes judiciales o estatus irregular, expresó su sorpresa y dolor por la separación familiar.
El caso de Pérez se enmarca en un contexto de endurecimiento de las políticas migratorias bajo la administración de Trump, incluyendo el programa “Project Homecoming”, que incentiva la auto-repatriación voluntaria con un pago de 1.000 dólares y un pasaje gratuito.