Un hombre identificado como Adrián Buitrón, de 55 años, fue condenado a siete años de prisión por haber abusado de tres menores de edad que asistían a reuniones sociales en su vivienda, en la ciudad de Comandante Nicanor Otamendi, Argentina. Las víctimas eran amigas de su hija y se quedaban a dormir en su casa durante pijamadas organizadas entre 2019 y 2020.
El caso salió a la luz luego de que una de las niñas se armara de valor y contara lo ocurrido a una docente. La institución educativa, al conocer los hechos, convocó a los padres y advirtió que, de no formalizarse una denuncia, lo haría la propia escuela. A partir de allí se inició un proceso judicial que culminó con la detención inmediata del acusado.
Durante el juicio, el Tribunal Oral en lo Criminal N.º 1 de Mar del Plata dio por probados los tres episodios y destacó como agravantes el aprovechamiento del vínculo con las menores, la asimetría de poder y el estado de indefensión en el que se encontraban. Aunque se reconoció que el acusado no tenía antecedentes penales y presentaba una patología psiquiátrica, esto no fue suficiente para eximirlo de responsabilidad.
La sentencia ha generado indignación en redes sociales, donde muchos consideran que el castigo fue insuficiente frente al daño causado. Buitrón fue trasladado a la Unidad Penal N.º 44 de Batán, donde deberá cumplir su condena. El caso ha reabierto el debate sobre la protección de menores en espacios familiares y la necesidad de fortalecer los mecanismos de prevención y denuncia.