Adolescente de 14 años confesó haber asesinado a sus papás y hermano de 3 años

Un adolescente de 14 años fue detenido en Itaperuna, estado de Río de Janeiro, tras confesar el asesinato de sus padres y su hermano de 3 años. Los cuerpos fueron hallados el 25 de junio dentro de una cisterna en la propiedad familiar, después de que la abuela paterna denunciara su desaparición. Inicialmente, el joven presentó una versión falsa sobre la ausencia de sus padres y la muerte accidental de su hermano, pero inconsistencias llevaron a la policía a inspeccionar la vivienda, donde hallaron rastros de sangre y el olor que condujo al macabro descubrimiento.

Durante el interrogatorio, el menor confesó haber usado el arma de su padre, escondida bajo el colchón, para disparar a sus padres en la cabeza mientras dormían y luego matar a su hermano de un disparo en el cuello. Para mantenerse despierto la noche del crimen, tomó una pastilla de preentrenamiento. Tras cometer los homicidios, arrastró los cuerpos hasta la cisterna utilizando productos de limpieza y los ocultó allí. La frialdad y ausencia de remordimiento mostradas durante su confesión impactaron a las autoridades.

La investigación se centra en dos posibles motivaciones. La primera apunta a una relación virtual que el adolescente mantenía con una joven de 15 años de Mato Grosso, la cual fue desaprobada por los padres, quienes le impidieron viajar para conocerla. En la vivienda fue hallada una maleta preparada para el viaje junto con los teléfonos móviles de las víctimas. La segunda línea sugiere un interés económico, ya que en el celular del menor se encontraron búsquedas sobre cómo retirar el FGTS de una persona fallecida; su padre tenía derecho a 33 mil reales.

El arma utilizada fue hallada posteriormente en casa de la abuela del menor, quien aseguró haberla recogido sin conocer los hechos. La policía no la considera involucrada. El adolescente enfrentará cargos por triple homicidio y ocultación de cadáver. El caso ha conmocionado a Brasil tanto por la brutalidad como por la frialdad con la que se ejecutaron los crímenes, así como por la corta edad del autor confeso.