En la madrugada de este sábado, los habitantes del municipio de Villa del Rosario, Norte de Santander, despertaron con una imagen que rápidamente se volvió viral: una gigantesca valla instalada sobre la Autopista Internacional, en plena frontera colombo-venezolana, con los rostros de Nicolás Maduro Moros y Diosdado Cabello Rondón. El aviso, con logos alusivos al gobierno de Estados Unidos, ofrece recompensas millonarias por información que conduzca a la captura de ambos dirigentes, señalados por delitos relacionados con narcotráfico y crimen organizado.
La valla, ubicada en uno de los corredores viales más transitados entre Cúcuta y San Antonio del Táchira, muestra cifras que superan los 10 millones de dólares, en lo que parece ser una réplica de las campañas de recompensa promovidas por el Departamento de Estado de EE.UU. Aunque aún no hay pronunciamiento oficial por parte de las autoridades locales, el mensaje ha generado reacciones divididas entre quienes lo ven como una provocación diplomática y quienes lo interpretan como una advertencia directa.
Este hecho se suma a la creciente tensión entre Caracas y Washington, luego de que la DEA acusara al régimen venezolano de colaborar con grupos armados ilegales colombianos para enviar cocaína a carteles mexicanos. En respuesta, la vicepresidenta Delcy Rodríguez calificó a la DEA como “el mayor cartel de drogas del mundo”, mientras Diosdado Cabello aseguró que Venezuela no tiene nada que ver con las guerras antidrogas de Colombia.
Mientras tanto, la frontera sigue siendo escenario de disputas políticas, militares y simbólicas. La valla, instalada en suelo colombiano, no solo pone en evidencia el alcance de las tensiones internacionales, sino que convierte a Villa del Rosario en epicentro de una narrativa que mezcla justicia, propaganda y poder. Por ahora, la imagen permanece intacta, como un recordatorio de que la geopolítica también se juega en las carreteras.