Ana Neves, una joven de 17 años, murió en Minas Gerais tras comer un pastel que recibió en su casa con una misteriosa nota de amor; el postre estaba contaminado con arsénico. Aunque en un principio la adolescente fue dada de alta tras sentirse mal, su salud se complicó al día siguiente y falleció en el hospital por un paro cardíaco.
Lo más impactante es que la responsable del hecho sería otra adolescente de su misma edad, quien ya fue detenida por las autoridades. La joven confesó haber planeado todo por motivos de celos.
Compró el pastel, lo envenenó con un químico adquirido por internet y lo envió usando un repartidor. Incluso se supo que ya lo había intentado con otra chica semanas antes, aunque esa víctima logró sobrevivir.
Las autoridades ahora evalúan el proceso legal para la agresora, mientras la comunidad llora a una joven que nunca imaginó que un regalo “inocente” pudiera ser su sentencia final.