La Fiscalía General de la Nación intensificó esta semana las investigaciones contra la estructura criminal liderada por Néstor Gregorio Vera Fernández, alias ‘Iván Mordisco’, jefe del Estado Mayor Central de las disidencias de las FARC. En los expedientes judiciales aparece ahora otro nombre familiar: Andrés Vera Fernández, hermano del cabecilla, señalado de tener vínculos directos con la organización armada ilegal. La fiscal delegada del caso lo calificó como parte de una “investigación matriz, macro”, orientada a desmantelar una red que no tiene “ningún fin distinto a atacar, causar zozobra y desarrollar elementos del terrorismo”.
Además, se sigue la pista de una sobrina identificada como Jessica, quien tendría un rol clave en el engranaje logístico de la organización. Según la Fiscalía, Jessica ha sido encargada de administrar bodegas urbanas que almacenan insumos, víveres y recursos destinados a las disidencias. Estas redes de apoyo urbano, según los investigadores, son fundamentales para dinamizar operaciones, lavar dinero y mantener abastecidos a los grupos armados que operan en zonas rurales.
La investigación se enmarca en el proceso judicial contra Luis Fernando Vera Fernández, alias ‘Mono Luis’, otro hermano de ‘Iván Mordisco’, capturado y enviado a prisión semanas atrás. Con estos hallazgos, la Fiscalía busca demostrar que la estructura criminal no solo se sostiene en la selva con fusiles, sino también en las ciudades, con familiares que operan desde la clandestinidad y el camuflaje social.
Este nuevo capítulo revela que el poder de las disidencias no se limita al combate armado, sino que se extiende a redes familiares que operan como tentáculos logísticos del terrorismo. Mientras el país exige resultados concretos, la Fiscalía avanza en una operación que podría desmantelar uno de los entramados más complejos del crimen organizado en Colombia.