La Procuraduría General de la Nación abrió investigación disciplinaria contra los excancilleres Luis Gilberto Murillo y Laura Sarabia, así como contra el jefe del despacho presidencial, Alfredo Saade, por presuntas irregularidades en el nuevo modelo de expedición de pasaportes. Según la Sala Disciplinaria de Instrucción, los exfuncionarios habrían vulnerado principios de planeación, responsabilidad y legalidad en medio de un proceso que ya generaba suspicacias.
En el caso de Murillo, la entidad cuestiona el uso de la figura de urgencia manifiesta decretada en septiembre de 2024, que permitió continuar con Thomas Greg and Sons como operador, lo cual pudo haberse hecho sin justificación suficiente. Por su parte, Sarabia habría tenido conocimiento desde abril de este año sobre los serios problemas logísticos del nuevo modelo propuesto junto a la Casa de la Moneda de Portugal, pese a lo cual no se ajustó el cronograma ni se previó la falta de capacidad operativa de la Imprenta Nacional.
A esta trama se suma Alfredo Saade, señalado de extralimitación de funciones al supuestamente ordenar a funcionarios de la Cancillería que retrasaran la asignación de citas para la expedición de pasaportes. Incluso, Sarabia lo habría confrontado, acusándolo de reunirse con su equipo para dar instrucciones directas que entorpecieran el proceso.
Ante las preocupaciones sobre los tiempos y la viabilidad del traspaso tecnológico a una entidad pública, la Procuraduría visitó recientemente la Cancillería. Esta respondió que el contrato con Portugal se firmaría en septiembre, proyectando al menos 35 semanas para adaptar toda la operación a estándares internacionales. Sin embargo, el reloj avanza, y con él, la incertidumbre de millones de colombianos que aún esperan su pasaporte en mano.