Lo que debía ser un día cualquiera en familia terminó en tragedia en Río Verde, Brasil. Una joven madre de 27 años perdió la vida tras recibir un disparo en el pecho que, accidentalmente, hizo su hijo de apenas 2 años. Todo ocurre cuando el padre del menor dejó su arma de fuego cargada sobre una mesa, sin pensar en el riesgo.
Según contaron las autoridades, el pequeño tomó el arma mientras jugaba en el patio de la casa. En cuestión de segundos, el disparo impactó a su mamá. Aunque ella intentó caminar unos pasos, se desplomó antes de poder recibir ayuda. Su esposo la llevó de inmediato a un hospital, pero lamentablemente no sobrevivió.
La policía investiga el caso y analiza un video de seguridad que captó el momento del disparo. El arma, que estaba registrada legalmente a nombre del padre, quedó como prueba clave.