San Andrés de Cuerquia, en el norte de Antioquia, está de luto tras el asesinato del concejal indígena Juan Camilo Espinoza Vanegas, ocurrido la tarde del lunes 16 de junio. El líder, que se movilizaba en silla de ruedas y hacía parte del partido Autoridades Indígenas de Colombia, fue atacado a tiros cuando regresaba a su casa.
El hecho ha causado conmoción entre la comunidad, no solo por la pérdida del dirigente, sino porque el presunto asesino sería un joven de apenas 17 años. La Policía actuó rápidamente y logró detener al menor, quien fue sorprendido con un arma de fuego y una motocicleta que habrían sido utilizadas en el ataque.
Las primeras indagaciones apuntan a que este adolescente estaría vinculado a las disidencias del frente 36 de las Farc, lo que prende las alarmas por el uso de menores en actividades criminales y por la falta de protección efectiva para los líderes sociales en zonas vulnerables.
Aunque no había reportes previos de amenazas contra el concejal Espinoza, el caso deja muchas preguntas sobre la seguridad de los representantes indígenas y la presión de grupos armados en regiones apartadas.