Pastor le pide a feligrés que le entregue su finca con escrituras, porqué Dios se lo esta pidiendo para poder bendecirlo

Un hecho insólito ha encendido las redes sociales en Honduras: un pastor evangélico habría anunciado durante un servicio religioso que una propiedad perteneciente a uno de sus feligreses pasaba a ser de su posesión “por mandato divino”. El momento, captado por asistentes y difundido en plataformas digitales, generó indignación y abrió el debate sobre los límites del fanatismo religioso y el abuso de poder espiritual.

Según testigos, el líder religioso aprovechó la solemnidad del culto para declarar que “Dios le había revelado” que la casa del creyente debía ser entregada como ofrenda. El feligrés, visiblemente confundido, no se opuso en el momento, lo que muchos interpretan como una señal de sometimiento emocional y espiritual. La escena provocó una ola de comentarios que cuestionan cómo la fe puede ser manipulada para obtener bienes materiales, especialmente en comunidades vulnerables.

Este caso ha sido calificado por usuarios como “una estafa disfrazada de revelación”, y ha reavivado la discusión sobre el rol de los pastores en contextos donde la palabra divina se convierte en herramienta de presión. Expertos en ética religiosa advierten que ofrendar no significa entregar lo poco que se ha conseguido, sino ayudar al prójimo desde el corazón, sin coerción ni promesas de salvación a cambio de bienes.

Mientras se espera una investigación formal, el episodio deja al descubierto una realidad incómoda: cuando la fe se convierte en moneda de cambio, el púlpito puede transformarse en escenario de despojo. ¿Hasta dónde puede llegar el poder de quien dice hablar en nombre de Dios?