Nidier Santiago Quejada Murillo no solo obtuvo el mejor puntaje en las pruebas Saber 11 de todo Urabá en 2024, sino que convirtió ese logro en el primer paso hacia un sueño que muchos consideran inalcanzable: estudiar Medicina. Gracias a una beca, hoy cursa segundo semestre en la Universidad del Quindío, con un promedio académico de 4,7 sobre 5,0 y un reconocimiento nacional como Campista Investigador de Campo 2025.
Su historia rompe el mito de que estudiar Medicina es solo para quienes tienen dinero o contactos. Nidier viene de una región golpeada por la desigualdad, pero con disciplina, apoyo familiar y convicción, logró abrirse camino en una carrera exigente y transformadora. “No hay excusas cuando el sueño es salvar vidas”, dice con orgullo desde Armenia, donde se prepara para convertirse en médico.
El caso de Nidier no es solo una historia de éxito individual, sino un mensaje colectivo para los jóvenes de Urabá y de toda Colombia: sí se puede. Las becas existen, las oportunidades están, pero hay que buscarlas, prepararse y creer. En un país donde muchos abandonan sus metas por falta de recursos, él demuestra que el mérito y la perseverancia aún tienen poder.
Hoy, mientras otros se rinden antes de intentar, Nidier Santiago ya está en el laboratorio, en el aula, en el camino. Su historia es una receta contra el pesimismo: una dosis de esfuerzo, una cucharada de disciplina y un corazón lleno de sueños. Porque en Colombia, también se puede estudiar Medicina sin tener millones… si se tiene voluntad.