Bill Zhou, estudiante del programa de Maestría en Ingeniería en la Universidad de California, Berkeley, decidió enfrentar el alto costo de vida en el área de una forma poco convencional: viajando en avión desde Los Ángeles tres veces por semana. Durante 10 meses, tomó 238 vuelos y recorrió más de 92.000 millas, con un gasto total de aproximadamente 5.600 dólares, cifra inferior al costo mensual promedio de alquiler en Berkeley, que supera los 2.900 dólares.
Zhou organizó su horario académico para asistir solo los lunes, miércoles y viernes, lo que le permitió evitar vuelos diarios. Su jornada comenzaba a las 3:30 a.m., cuando se dirigía al aeropuerto de Los Ángeles (LAX) para tomar el vuelo de las 5:30 a.m. hacia Oakland o San Francisco. Luego, utilizaba el transporte público para llegar al campus antes de las 10:00 a.m. y regresaba a casa en la noche, acumulando más de 1.200 horas de viaje en total.
El estudiante aprovechó su estatus élite en Alaska Airlines y millas acumuladas para reducir costos. Además, planificó cada trayecto con precisión, evitando temporadas altas y seleccionando rutas económicas. “No traté el viaje como una carga, sino como una pequeña aventura”, afirmó Zhou, quien nunca faltó a clase y logró completar el programa sin comprometer su presupuesto.
La historia de Zhou se viralizó tras compartir su experiencia en redes sociales y medios académicos, generando debate sobre el costo de la educación y la vivienda en las principales ciudades universitarias de Estados Unidos. Su caso se ha convertido en ejemplo de planificación financiera y determinación para alcanzar metas académicas sin endeudarse.