El veneno más peligroso no es el de las serpientes, es el de las personas chismosas: Maren García

Desde la muerte de Omar Geles, ícono del vallenato, su esposa Maren García no solo ha enfrentado el dolor de una pérdida irreparable, sino también una ola de especulaciones que han intentado empañar su proceso de duelo. En redes sociales, varios usuarios han difundido rumores sobre presuntas nuevas relaciones sentimentales, ignorando el respeto y los tiempos que exige una tragedia íntima.

García, quien ha preferido mantenerse en silencio frente a los ataques, continúa compartiendo mensajes de fortaleza emocional y resiliencia. Su postura ha sido clara: nadie tiene derecho a dictar cómo debe vivirse el luto, y aún menos utilizarlo como excusa para lanzar juicios sin fundamento. Con dignidad, ha enfrentado el ruido mediático y ha reafirmado que «nada ni nadie puede apagar su luz».

Este caso vuelve a evidenciar la presión desmedida que viven las mujeres públicas en momentos vulnerables, donde el machismo y el morbo digital muchas veces eclipsan la empatía. El duelo, íntimo y doloroso, se ha convertido en objeto de especulación, cuando debería ser respetado y acompañado.

Maren no solo ha sido compañera de uno de los compositores más queridos del país, sino que hoy representa a miles de mujeres que enfrentan el dolor en medio del escrutinio público. Su entereza es un llamado a poner límites al acoso digital y devolverle humanidad al relato mediático.